El Presidente electo José Antonio Kast impulsa el llamado “Plan Escudo Fronterizo”, una estrategia para frenar el ingreso irregular de migrantes mediante el despliegue de Fuerzas Armadas, tecnología de vigilancia, obstáculos físicos y coordinación interagencial. La propuesta contempla fases con metas concretas, incluyendo la reducción de flujos ilegales y la tipificación del ingreso irregular como delito. Su implementación dependerá del avance legislativo en el Congreso.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior Álvaro Elizalde respondió que varias de las acciones anunciadas ya fueron implementadas por la actual administración. Mencionó el despliegue de Fuerzas Armadas en la frontera, el uso de drones, cámaras de vigilancia y la inversión en el sistema SIFRON.
Elizalde agregó que la reconducción de migrantes irregulares ya muestra resultados concretos, especialmente tras el acuerdo con Bolivia. Afirmó que los ingresos irregulares se redujeron casi en un 50% respecto del peor año y que las reconducciones alcanzan más del 96%.
La propuesta ha generado debate por sus posibles obstáculos legales, logísticos y diplomáticos, además de advertencias sobre sobrecarga institucional y eventuales judicializaciones. También existen diferencias políticas respecto a criminalizar el ingreso irregular, con reparos desde el oficialismo y organizaciones de derechos humanos. Aun así, el equipo de Kast sostiene que la medida impactará positivamente en seguridad y crimen organizado.