El jefe de asesores de la presidencia, Miguel Crispi, presentó su renuncia al cargo luego de la polémica sesión que se vivió en la Comisión Investigadora de la Cámara Baja por el caso Manuel Monsalve.
En la instancia que busca determinar responsabilidades políticas del caso, el superior del “segundo piso” del Palacio de La Moneda evitó las preguntas de los parlamentarios, amparándose en la cláusula de confidencialidad de su contrato, desencadenando un tenso intercambio de palabras con el diputado y presidente de la comisión, Miguel Mellado.
Horas después de terminada la cita, Miguel Crispi le presentó su sorpresiva renuncia al Presidente Gabriel Boric, la que fue aceptada. En su remplazo, asumió Felipe Melo, quien hasta este entonces se desempeñó director nacional de Servicio Civil.
Consultado sobre esta salida, el titular de la instancia sostuvo que con esta acción el ahora entonces jefe de asesores reconoció su pésima gestión sobre el caso Monsalve, calificándolo como "el niño símbolo del silencio del gobierno"
En esa línea, el legislador de la UDI, Henry Leal, valoró la renuncia de Crispi en vista de la gran cantidad de escándalos en las que estuvo envuelto en los últimos años, "que no quiere concurrir a las comisiones y que se niega a declarar".
Por otro lado, la parlamentaria del Frente Amplio, Emilia Schneider, respaldó la conformación de los equipos del Presidente Gabriel Boric, "porque debemos seguir trabajando para mejorar la vida de los chilenos".
Desde que arribó en septiembre de 2022, Crispi ha estado involucrado en varias polémicas, entre ellas: la contratación de su esposa como productora del Museo Interactivo Mirador MIM, y sus posibles vínculos con el caso convenios, especialmente en la arista Democracia Viva tras sostener una reunión con la diputada Catalina Pérez dos días antes de que todo estallara por la prensa.