En la madrugada de este viernes, en la provincia de El Loa, se registró el hurto de conductores eléctricos de mayor magnitud en la región durante los últimos años. Delincuentes destruyeron 29 postes para sustraer 8.700 metros de cables, que pertenecen a la distribuidora CGE, la cual abastece de electricidad a los poblados de Chiu Chiu y Lasana.
Según los datos proporcionados por la empresa, durante el año 2023 se han registrado 158 episodios de robo de cables en la región de Antofagasta, lo que se traduce en 17,1 kilómetros de cable de cobre sustraído y 196 kilómetros a lo largo de su zona de concesión. Estas acciones delictivas han provocado daños o la destrucción de postes, transformadores, cables y otras infraestructuras clave para el suministro eléctrico, afectando a 442.266 clientes de la Compañía.
Rodrigo Lorca, gerente zonal de CGE en Antofagasta, señaló que el robo de cables eléctricos ha experimentado un aumento exponencial en los últimos años, y que es necesario que las autoridades tomen medidas para perseguir y desarticular a estas bandas organizadas. Durante el 2022, la Compañía registró un incremento de más del 200% en la cantidad de cable de cobre robado, con un total de 932 eventos y 402 mil clientes afectados en su suministro.
El costo de reposición de la infraestructura dañada o destruida por estas actividades delictivas ha alcanzado los 3.544 millones de pesos en el primer semestre de 2023. Lorca enfatizó que estas interrupciones en el suministro eléctrico tienen un impacto negativo en el funcionamiento de las empresas, los servicios públicos, los colegios y la red de salud, afectando en última instancia la calidad de vida de las personas.
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