Desde el Gobierno realizaron un balance de aportes y ayudas del Estado hacia las familias y pymes del país a casi dos años de la llegada del Covid a Chile y el inicio de la pandemia.
De esta forma, se trazó una línea de tiempo partiendo con el Ingreso Mínimo Garantizado que llega a los 319 mil pesos líquidos que partió en mayo del 2020. A ello, se sumó el Bono Covid 2020-2021 para las personas que se vieron afectadas por la pérdida de los 2 millones de empleos por la pandemia.
Tiempo después, inició el Ingreso Familiar de Emergencia, que contemplaba al 60% de la población. Luego de eso, se dio paso al IFE 2.0, al IFE Paso a Paso y al IFE Ampliado, llegando al 80% de cobertura de la población, correspondiente a 6 millones de personas.
Y como ya es sabido, tras una serie de discusiones se originó el IFE Universal en el 2021, donde se amplió al 90% del Registro Social de Hogares, llegando a más de 8 millones de hogares, correspondiente a 16 millones de personas.
La Ministra Subrogante de Desarrollo Social y Familia, Andrea Balladares, señaló que como país “nos ha golpeado la pandemia como a todo el mundo. Chile hoy día es un país más pobre, pero es el que menos aumentó la pobreza en Latino América y eso es muy importante. Las transferencias permitieron que nuestras familias no cayeran en pobreza que se mantuvieran con un estándar para poder pagar sus gastos básicos”.
La inversión total de estas ayudas estatales, fueron de más de 24 billones de pesos, es decir, más de 30 mil millones de dólares en transferencias directas a las familias del país.
Dentro de la región Chile fue el país que más apoyó a la población en 18 meses de pandemia durante su implementación con una cobertura llegando al 90% del RSH por sobre la línea de la pobreza.